Los bebés llaman nuestra atención. Eso es un hecho. No podemos ignorar esos ojos encantadores, su cabeza tan grande para su cuerpecito, su piel suavecita, su balbuceo, sus risitas adorables y su olorcito a bebé. Tampoco podemos ignorar su llanto, lo indefenso que se ve, lo mucho que necesita de los demás y el amor que despierta en las personas a su alrededor.
El bebé necesita atención para sobrevivir. Necesita cuidados y amor. El ser humano nace siendo un ser totalmente dependiente y necesita forzosamente de alguien más para sobrevivir. Las conductas de cuidado y maternaje son absolutamente necesarias para la supervivencia y crecimiento de los seres humanos.
Pero también hay que recordar: el bebé nace listo y es un participante activo en la relación con su mamá o cuidador. Intenta comunicar y expresar lo que necesita. Si el cuidador observa y está atento, puede aprender de las necesidades y señales únicas de su bebé.
Según un estudio, los bebés despiertan esa sensación de amor y cuidado llamando y atrapando la atención de todos nuestros sentidos: a través de la vista, el oído y el olfato.
Gracias a estos estímulos y a todos los mensajes que manda el bebé, por ejemplo, a través de sus expresiones, gestos o movimientos, una respuesta adecuada y oportuna a sus necesidades, así como la interacción con sus cuidadores, promueve el desarrollo de un vínculo seguro, habilidades sociales y habilidades emocionales, como empatía y compasión.
También hay recompensas para el cuidador. En su cerebro, al atender a su bebé, surge una sensación de placer y bienestar, lo que promueve que la conducta se repita y él mismo se sienta cercano al bebé.
Aunque la protección y cuidados de mamá o del cuidador al bebé inician siendo instinto y respuesta a sus necesidades de ese momento, con el tiempo esto se vuelve una conducta compleja y aprendida, que ayuda al cuidador a desarrollar y mejorar sus habilidades de cuidado y fomenta el vínculo entre ambos.
Cuando el cuidador sigue y atiende a las señales del bebé, y va observando e interpretando los mensajes que emite, éste responde de nuevo y manda nuevos mensajes. Así se forma un ciclo de comunicación entre ambos y se promueve que la interacción continúe.
Así que es normal que no puedas resistirte a tu bebé. Todos los sentimientos y comportamientos que despierta en ti son necesarios para su supervivencia y desarrollo, así como para sentirse cercano a ti, para que vayas aprendiendo de él y aprendiendo a cuidarlo.
¡Si te gusto danos Like? y comparte➡️!
Agradecemos Naran Xadul por compartir la información en su sitio web.